La mentira histórica
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, presento el día de ayer el resultado de las investigaciones sobre los lamentables hechos ocurridos en Iguala. El GIEI fue creado en noviembre de 2014, ex-profeso para brindar asistencia técnica en la investigación de la forzada desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
En la reconstrucción de los hechos, existió la participación de policías municipales y policías ministeriales en las agresiones a los estudiantes, y la policía federal también estuvo presente en estos eventos, así como elementos del ejercito que se presentaron al hospital donde estaban atendiendo a dos estudiantes heridos de bala y a un tercero por ataque de asma.
En total fueron cinco los camiones que fueron atacados, uno de estos posiblemente llevaba droga, de aquí se desprende un posible vinculo entre los cuerpos de seguridad y la delincuencia organizada.
Los expertos de este grupo concluyeron que los estudiantes desaparecidos no fueron incinerados en el basurero municipal de Cocula, porque no hay ninguna evidencia de que los cuerpos fueran quemados en ese lugar, se hubiera ocupado una gran cantidad de madera y llantas para poder cremar los cuerpos, ademas de que el humo hubiera alcanzado una considerable altura por la magnitud del incendio, que hubiera sido visto desde cualquier punto de Cocula.
También advierten inconsistencias en las declaraciones de los detenidos que confesaron haber participado en la cremación de los cuerpos, pues uno de ellos asegura que bajó al lugar donde estaban calcinándose los cuerpos para vaciar más combustible en el lugar, pero esto hubiera sido imposible porque la persona hubiera fallecido quemado al intentar esto.
El informe es contundente y sería un error que el gobierno del Presidente Peña Nieto tratará de desvirtuarlo, la verdad histórica del exprocurador Murillo ha quedado enterrada en ese basurero de Cocula, el desprestigio internacional crece a pasos agigantados y la confianza de los mexicanos en las instituciones esta por los suelos.
Los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos merecen saber la verdad, conocer que fue lo que paso a partir de que fueron trasladados a lugares todavía sin conocerse en patrullas municipales, saber que pasó con estos jóvenes, ojalá y exista la voluntad política para resolver esto, es por el bien de México, pero sobre todo por el bien de un gobierno que cada vez se hunde más en el desprestigio y que eso esta ocasionando una grave crisis.
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