Bastaron unas horas para que maquinaria pesada devastara cincuenta
y siete hectáreas del Manglar Tajamar ubicado en el Municipio de Cancún,
Quintana Roo. La intención es construir
complejos hoteleros en esa zona, sin importar las consecuencias ambientales por
la afectación a la flora y fauna.
Empezaré por decir que los
manglares son ecosistemas naturales en
los que habitan una gran cantidad de peces y organismos marinos, de otro tipo de
animales y aves, y si consideramos que también existe una grande y variada población de fauna, pues entonces hay que considerar que este tipo de
conjunto son productores de materia orgánica.
Los manglares sirven para frenar
los huracanes y las inundaciones, son purificadores naturales del agua, y
sirven como hogares de muchas especies que están en peligro de extinción, y por
supuesto que no hay que olvidar que son grandes pulmones al generar oxígeno.
Resulta inexplicable porque los
tres niveles de gobierno-federal, estatal y municipal- permitieron este
ecocidio. Una vez más pasó lo que siempre ha pasado en nuestro
país, se antepusieron los intereses económicos sobre la protección
de la biodiversidad. Es inadmisible que
la SEMARNAT hubiera otorgado el permiso
para destruir esta zona natural y de esta forma, se puedan construir complejos hoteleros y turísticos.
México se ha convertido en el
país de las maravillas, en donde la
corrupción impera empezando en nuestra
clase política, en donde existe tal impunidad que a los delincuentes los tiene
que detener en otros países porque aquí nunca pasa nada, porque aquí desaparece
la gente como por arte de magia y el gobierno omite dar respuestas a sus
familiares, y porque gracias a todo esto, nos hemos convertido
en un tipo de bufón que constantemente
dá la nota y sabe atraer los reflectores mundiales.
La pregunta al gobierno federal
debería de ser ¿con que cara nos atrevemos a ser los anfitriones de la
convención sobre la diversidad biológica que organiza la ONU? Y que precisamente
Cancún será la sede.
¿Hasta cuándo vamos a seguir
siendo el país de las maravillas?
“Los intereses en el IEPC Jalisco”
El pasado 23 de enero, los integrantes
del consejo general del Instituto Electoral y
de Participación Ciudadana, volvieron a dar la nota, pues al no haber consenso
para ratificar a los 14 directores de área del servicio profesional de este órgano
electoral, se desecho la propuesta del Presidente del IEPC Guillermo Cross de ratificar a los directores de área.
Entre acusaciones de chantajes y exigir un reparto de cuotas en las posiciones anteriormente nombradas, transcurrió la sesión en la que se encendieron los focos rojos.
Los integrantes de este órgano electoral deberían de actuar con prudencia, pues con estas actitudes, mandan un mensaje a la ciudadanía y al mismo INE de la conveniencia respecto de su permanencia, remoción, o desaparición de estos órganos locales.
No olvidemos que los directores que no fueron ratificados son los que operaron el pasado proceso electoral y por consiguiente eso es lo que debería regir se permanencia o rechazo, es decir, evaluar el desempeño de estos funcionarios y en base a los resultados obtenidos, tomar una decisión en base a aspectos técnicos y no políticos y de forma irresponsable, pues caer en el juego de repartición de cuotas soló ocasionaría un relevo que pudiera ser dañino al nombrar personas sin capacidad y/o experiencia.
Por otro lado lo que deben de revisar los consejeros es el sueldo de estos directores, pues están muy elevados si consideramos que un director de área del gobierno del estado, en promedio gana 40 mil pesos mensuales, y de pasó revisar las actividades de cada dirección porque seguramente habrá más de alguna que solo estén de ornato.
Entre acusaciones de chantajes y exigir un reparto de cuotas en las posiciones anteriormente nombradas, transcurrió la sesión en la que se encendieron los focos rojos.
Los integrantes de este órgano electoral deberían de actuar con prudencia, pues con estas actitudes, mandan un mensaje a la ciudadanía y al mismo INE de la conveniencia respecto de su permanencia, remoción, o desaparición de estos órganos locales.
No olvidemos que los directores que no fueron ratificados son los que operaron el pasado proceso electoral y por consiguiente eso es lo que debería regir se permanencia o rechazo, es decir, evaluar el desempeño de estos funcionarios y en base a los resultados obtenidos, tomar una decisión en base a aspectos técnicos y no políticos y de forma irresponsable, pues caer en el juego de repartición de cuotas soló ocasionaría un relevo que pudiera ser dañino al nombrar personas sin capacidad y/o experiencia.
Por otro lado lo que deben de revisar los consejeros es el sueldo de estos directores, pues están muy elevados si consideramos que un director de área del gobierno del estado, en promedio gana 40 mil pesos mensuales, y de pasó revisar las actividades de cada dirección porque seguramente habrá más de alguna que solo estén de ornato.
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