04 de febrero de 2015.- Estudios de opinión demuestran que los diputados locales en Jalisco son los políticos que tienen los niveles más bajos de aceptación en la ciudadanía, es decir, son los más desprestigiados ante la opinión pública y, de manera directa, la sociedad los relaciona con los partidos políticos, pues los institutos políticos son los que postulan a los candidatos que una vez electos se integran en las diferentes fracciones parlamentarias.
A partir de la reciente reforma electoral, seremos testigos de candidatos independientes a diferentes cargos de elección popular. Estos aspirantes ocuparán las firmas de apoyo equivalente al dos por ciento del listado nominal con corte al 31 de agosto del año 2014, correspondiendo la mitad del mínimo requerido al cincuenta por ciento de la totalidad de las secciones electorales que integren el distrito electoral.
En este proceso electoral, se registraron 5 aspirantes a candidatos independientes en los distritos 8, 9, 10 y 12, ubicados en los municipios de Guadalajara y Zapopan. Estos aspirantes tendrán que buscar las firmas de apoyo de los ciudadanos sin contar con difusión en radio y televisión; y si bien es cierto no es imposible obtener las alrededor de seis mil firmas de apoyo que en promedio ocupan, nuestros diputados pusieron bastantes trabas.
Simplemente los candidatos independientes tendrán hacer campañas desde una gran desventaja, si comparamos la cantidad de espots a que tendrán derecho los candidatos del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD. A esto hay que agregar que frente a las grandes cantidades de financiamiento público que van a recibir los partidos políticos, estos pre-candidatos solo contarán con el financiamiento público de 37 mil 253 pesos.
Estas candidaturas independientes llegan en buen momento porque servirán en buena medida para desactivar las malas intenciones de ciertos sectores y de grupos que bajo el hartazgo ciudadano de los excesos de algunos políticos y partidos políticos hacen llamados a no participar en el presente proceso electoral, a no votar, pero con toda la intención de favorecer a la clase política que no está dispuesta a renunciar a sus privilegios, a esos políticos que anteponen por encima los intereses personales y de grupo a los de la ciudadanía.
Por ello la participación desde esta figura será fundamental para la transformación del poder Legislativo en Jalisco, para la integración de un Congreso en el que participen ciudadanos que velen por los intereses de los ciudadanos, que influyan en la orientación del gasto público a las necesidades más urgentes; un congreso que sin tintes políticos finque responsabilidades a nuestros gobernantes que hagan un uso indebido de los recursos públicos, que legislen ordenamientos sin lagunas jurídicas para evitar los abusos de los políticos que ocupan los diferentes cargos públicos. Y sobre todo, que se conduzcan con austeridad.
Si los ciudadanos decidimos dar una oportunidad a los ciudadanos en la toma de decisiones del poder legislativo, habremos empezado un cambio en la política de nuestro país, empezando por el rechazo a las costosas campañas que son financiadas con nuestros impuestos.
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